Ya sabéis que una de mis pasiones es la historia, y la medieval en particular. Por eso he querido hoy sacar este tema en el blog, a propósito de la vergonzosa manifestación de un grupito de analfabetos contra la celebración de la reconquista de la ciudad de Granada de manos de los moros.
A ver, que la historia se ha usado siempre con fines políticos es algo inherente al ser humano, pero lo que se está haciendo en España de un tiempo a esta parte roza ya lo esperpéntico. Tiene gracia que se acusara al franquismo de tergiversar la historia en beneficio del régimen y que precisamente los que más alto han hecho esa acusación sean los que ahora están haciendo lo mismo, lo que no los separa mucho de los que gobernaban en aquella España de los años cincuenta.
Si queréis podemos hablar de las burradas solemnes que se han inventado en este país nuestro para tratar de modificar la historia al antojo de los gobernantes del momento. Por ejemplo podemos hablar del intento de declarar a Sancho III Garcés como «primer Rey de los vascos», una barbaridad de tamaño megalítico que seguro que habrá hecho revolverse en su tumba al pobre monarca navarro, me imagino que incapaz de comprender cómo le pueden nombrar rey de un territorio inexistente por entonces. O también podemos hablar de otra burrada, esta además repetida de forma machacona hasta que los iletrados se la han tragado sin rechistar, de que Felipe V invadió y sojuzgó al pueblo catalán, olvidando (supongo que de forma intencionada) que ciertas zonas de la actual Cataluña (nada que ver con la región actual) apoyaban al Archiduque Carlos de Austria como aspirante al Trono de España durante la Guerra de Sucesión y que ni eran independientes de España ni tenían ninguna intención de serlo ni luchaban por ello ni por sus derechos supuestamente pisoteados por el Borbón, simplemente apoyaban a uno de los bandos que se enfrentaban en una guerra civil. O de la intención de convertir las Cortes Leonesas de 1188 (las primeras del mundo con representación de los tres estados, así reconocido por la UNESCO) en cortes castellanoleonesas (¡bonito palabro!) cuando en aquella época los Reinos de León y de Castilla no solo eran dos Reinos diferentes sino que además estaban en guerra casi permanente, manteniendo además León sus propias Cortes independientes de las de Castilla durante varios siglos más a pesar de formar parte de la misma Corona (que no Reino).
Pero lo de los analfabetos que se han posicionado en contra de la conquista de Granada por los Reyes Católicos diciendo, entre otras lindezas, que los moros expulsados «no eran moros, eran granainos» roza ya lo vergonzoso. No les voy a pedir a estos listillos que se pongan a leer libros de historia porque me imagino que bastante les cuesta ya leer y entender los panfletos propagandísticos que les envía su partido, pero al menos podían tener la decencia de no salir a la calle a avergonzar a la mayoría de los granadinos, andaluces y españoles con estupideces así.
Si hay una cosa que siempre me ha molestado es la tontería española de tildar a los árabes que invadieron la península en el año 711 de tolerantes frente a la barbarie de los Reinos cristianos del norte. Esta es, posiblemente, una de las falacias que más se han repetido durante años (siglos) en esta España nuestra, tan propensa a criticar lo de casa y a alabar lo que viene de fuera, aunque sea malo. Que si en Al-Andalus se toleraban todas las religiones, que si se respetaron las tierras de los hispanos-godos que allí vivían, que si la convivencia era pacífica entre los diferentes pueblos… Ja, Ja, Ja. Na de na de na. Os han engañado como a chinos durante años. Y a cualquier historiador serio tan sólo le llevará cinco minutos rebatiros semejante cuento.
Los árabes entraron en la península en el 711 a apoyar al bando visigodo de Agila II, hijo del Rey Witiza, que se encontraba en guerra civil (otra más de las muchas que han asolado España en toda su historia) contra la facción del Rey Rodrigo por el derecho al trono. Tras la batalla de Guadalete y viendo la descomposición del estado visigodo, decidieron que de venir de paseo nada y ocuparon la península a sangre y fuego, devastando las ciudades que no se rendían a la primera y esclavizando o pasando a cuchillo a sus habitantes. Como no podían obligar a los hispano-godos a que abandonaran sus creencias cristianas, les permitieron mantenerlas… pero pagando unos impuestos altísimos que casi nadie se podía permitir, por lo que la población optó por abrazar el islam o por huir hacia el norte. Durante su estancia en Hispania las expediciones que los musulmanes hacían sobre los reinos del norte no solo eran para castigar a los cristianos y conseguir botín (que también), sino principalmente para conseguir esclavos (y, sobre todo, esclavas) que poder llevarse al sur, buscando sobre todo llenar los harenes de los principales mandamases árabes, que por cierto se llevaban a matar con los bereberes, que a pesar de profesar la misma religión eran vistos por los árabes como de raza inferior, por lo que apenas tenían derechos y fueron muchos los motines protagonizados por aquellos. Y sobre los judíos… ¿sabéis que en el siglo XII los «tolerantes» musulmanes expulsaron a los judios de sus territorios y que estos fueron acogidos en los «bárbaros» reinos cristianos del norte? Ah, ¿qué eso no viene en vuestros panfletos? Pues leed y aprended algo de historia, mamarrachos y mamarrachas.
Podría seguir hablando horas y horas sobre la falsedad de dicha tolerancia musulmana, como las barbaries cometidas primero por los almorávides y luego por los almohades, no solo con los cristianos y judíos sino con los propios árabes ya establecidos en los diferentes reinos islámicos de la península. Pero mejor os aconsejo que le echéis un vistazo a este artículo, en el que se resumen parte de las acciones de los tolerantes invasores islámicos a través de los tiempos. Después de que lo hagáis (venga, animaros, que leer no es tan difícil) simplemente me gustaría deciros, analfabetitos míos, que gracias a los Reyes Católicos hoy podéis salir a la calle a decir burradas como las que habéis dicho sin que nadie os lapide u os cuelgue de una viga, y además las féminas de dicho acto pueden hacerlo a cara descubierta y no cubiertas con un burka como las oprimidas mujeres de muchos países islámicos a los que estos chalados defienden, eso sí, desde la comodidad de un calefactado despacho de una moderna ciudad de la maldita y nefasta España católica que tanto oprime a los suyos ¿verdad?
Y sí, estoy cabreado. Me molesta que se utilice la historia con fines políticos, pero me molesta aún más que seamos los propios españoles los que tergiversemos nuestra historia buscando un titular fácil de periódico. Aún estoy esperando que este país le haga un homenaje a Hernán Cortés, conquistador de México y que, contrariamente a lo que dicen los mismos analfabetos del caso de Granada (o al menos del mismo credo político), lo que hizo fue liberar a miles y miles de indígenas de la esclavitud y la opresión del yugo de los aztecas. Pero bueno, eso lo dejaré para otro día. Hoy me conformo con decir que yo sí que me sumo al homenaje a los Reyes Católicos por terminar la reconquista de España de la invasión musulmana y que yo sí que celebro la Toma de Granada por sus tropas. ¡Y espero poder seguir celebrándolo por muchos años!
Jaja… que conste que me acordé de ti mientras lo escribía y pensaba que si a mi me ha cabreado el temita, como estarías tú que eres de allí.
flamio
06/01/2016 at 21:01
Esto es lo que tenía que haber escrito yo hace cuatro días, ¡qué caray!